Cristo Vive! Todo es nuestro y nosotros de Dios.
Recursos Digitales para Pascua Infantil y Adolescentes. (2025).
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Indicaciones Generales 2025

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En nuestra vida como seres humanos, todos tenemos un padre y una madre; recibimos ayuda los unos de los otros y sabemos que solamente desarrollamos los propios talentos relacionándonos con los demás y que dichos talentos nos son dados, para usarlos en favor de los demás, en bien de todos.

Puesto que somos «imagen» de Dios, sumo Bien, reflejamos en cierto modo a Dios, que no está solo en su profundidad, sino que es Trinidad y por tanto es amor, diálogo e intercambio. Al reconocer esto, nosotros como cristianos católicos, reconocemos también que el amor, es el mandamiento central, por el cual en el fondo pertenecemos a una misma comunidad, la Iglesia; en la cual somos referencia unos de otros de un modo fundamental, siguiendo el mandato del Señor: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mt 22,39).

Este amor de Dios por cada uno de nosotros, lo reavivamos de modo particular, en la celebración de la Pascua; que nos disponemos a preparar y a celebrar, en comunión con toda la Iglesia. Queremos reconocer a Cristo como el fundamento de nuestra comunión. Él es nuestro verdadero y sumo Bien Común, ya que solamente en Él, se realizará plenamente, al final de los tiempos; cuando “Dios será todo en todos” (1Cor 15,28). Reconociendo esto, afirmamos que: 

¡Cristo vive! Todo es nuestro y nosotros de Dios

Y con esta consciencia, queremos impulsar a niños, niñas y adolescentes, a creer que existe el Sumo Bien que une a todas las personas, como miembros del Cuerpo de Cristo; que junto con Él, formamos parte de la misma familia, que tenemos un “Padre común”, para que se comprometan con Él, a caminar como hermanos, contribuyendo a este bien común. Siendo agentes de cambio, en la construcción de un mundo mejor.

El mayor don que puede tener una persona bajo el cielo, es poder vivir bien con aquellos con los que convive. Por lo tanto, el “Bien común” lo reconocemos como aquello que es, el bien para todos, aquello que nos es dado por nuestro Padre común, para nuestro bien y felicidad. Comprende en sí, «el conjunto de aquellas condiciones de la vida social, que permiten a los grupos y a cada uno de sus miembros, conseguir más plena y fácilmente su propia perfección. ¿Cómo se puede desarrollar el Bien común? El Bien común se da allí, donde se respetan los derechos fundamentales de la persona y donde las personas pueden ejercer en libertad su desarrollo espiritual y religioso. El bien común significa que las personas pueden vivir en libertad, paz y seguridad.

Trabajar por el Bien común quiere decir, asumir responsabilidades en favor de los demás. El Bien común debe ser cosa de todos. Esto se da en primer lugar, cuando las personas se comprometen en su ambiente concreto —familia, comunidad, escuela, parroquia, — y asumen responsabilidades, para vivir en un proceso de continua conversión, para poder ejercer el cuidado de los otros, en justicia y en caridad permanentes.

Para profundizar nuestra comprensión y vivencia en el bien común, iremos construyendo el “Mural del bien común”. (Se propone que los niños en una cartulina, vayan elaborando creativamente su propio mural por día, según los temas que se van proponiendo, si en alguna comunidad se les puede proporcionar una pared, donde elaboren un mural seria genial…).

Lunes: “Todo es nuestro, nosotros de Cristo y Cristo de Dios”. Al dejarnos encontrar por Cristo, sumo y eterno Bien; encontramos el fundamento último en la búsqueda y construcción del bien común; es decir, en el esfuerzo que pondremos en la medida de nuestras posibilidades, para crear condiciones de cambio en nuestros ambientes, pensando en los demás y no solo en nuestro propio interés.

Martes: “Aprendo a convivir con el hermano que el Padre me regala”. Reconociendo, valorando y respetando a cada persona como miembros del cuerpo de Cristo, sabiendo
que todos tenemos un Padre común y por lo tanto somos llamados a vivir en fraternidad, practicando la escucha, el diálogo, acogiendo a cada uno como don.

Miércoles: “Necesitamos construir la paz, convirtiéndonos cada día”. Tomando consciencia de que no sólo podemos, sino que debemos hacer el bien, porque llevamos en nuestro interior el mandato, que se convierte en un hermoso camino hacia la paz, comprometiéndonos a realizar nuestra parte, para que juntos con los demás construyamos un ambiente de paz, como bien de todos.

Jueves: “Sirviendo para transformar”. Reconociendo que el valor del servicio, es poner a disposición todos los dones que poseemos, para hacer el bien y hacer felices a los demás, a ejemplo de Jesús, desarrollando nuestros propios dones en favor de ellos, reconociéndonos capaces de amar, transformando con pequeños gestos nuestro entorno.

Viernes: “La verdadera entrega, se edifica viviendo el amor”. Reconociendo el grande amor de Cristo en su entrega en la cruz y dándonos cuenta de que no hay amor verdadero si losamigos no buscan, procuran y se alegran en el bien del otro, y agradeciendo en la acción, hacemos el bien a los demás, sabiendo que, al mismo tiempo estamos construyendo nuestro propio bien.

Sábado: “La muerte y resurrección de cristo es garantía de bien para todos”. Descubriendo la presencia salvadora de Cristo a pesar del silencio, a pesar de los momentos en que no sentimos su presencia, encontrando en la comunidad la fuerza para mantener la esperanza; evitando aislarnos, cerrarnos en nosotros mismos; al contrario, reuniéndonos con los hermanos, para buscar juntos, lo que constituye el interés común.

Domingo: “Dios será todo en todos”. Comprendiendo que, con la resurrección de Jesús, el Padre lleva a cumplimiento su promesa de ser todo en todos: “Dios será todo en todos”, involucrándonos activamente en la construcción del bien común, en la alegría de pertenecerle a Él para siempre.

Bienvenidos a todos! y que juntos verdaderamente tomemos conciencia de la importancia de trabajar, pensando no solamente en nuestros propios intereses, sino en la búsqueda del bien común y reconociendo que nuestro único y verdadero bien es Cristo Jesús, quien vive y actúa en cada uno de nosotros, de nuestros niños, adolescentes y jóvenes.

Ponemos en manos de Dios este subsidio y esperamos sea de ayuda para la formación y misión de catequistas, animadores y demás personas con quienes compartimos esta bella tarea, de hacer llegar el anuncio a nuestros queridos niños y adolescentes.

Los anexos como diseños, impresiones, juegos, cantos, videos y gráficos, los encuentras en el


Para continuar con esta misión, les agradecemos y seguimos pidiendo su oración, su apoyo económico y su retroalimentación a catequesismme@gmail.com; para poder colaborar con  ustedes, cada vez con mayor calidad, abiertas a la voluntad de Dios y respondiendo a las exigencias de los tiempos.

Con gratitud y oración, el equipo de redacción:
Sor María del Carmen Juárez Roldán. FMA
Sor María Carmen Valdez Vera. FMA
Diseño: María de la Luz Prieto









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